martes, 25 de octubre de 2011

(sin título)

Las guerras generan explosiones, brillantes y ruidosas. Vuelan cosas por los aires mientras personas se matan entre si porque sus líderes así lo decidieron. Mientras tanto la pobreza y la miseria asesinan en silencio, y el ruido del estómago vacío no deja que la cabeza piense donde están los responsables de que estas cosas pasen.

2 comentarios:

Lucas Fulgi dijo...

Claro. El problema es ese enemigo sin rostro.

Alejandro, Electric Wizard dijo...

Sin rostro, con muchos nombres, no en vano Yabrán había comentado que el anonimato era la impunidad misma.