viernes, 21 de octubre de 2011

Requiem

Todos los insectos en la cercanía se enteraron al escuchar los gritos del mosquito que desesperado volaba de un lado al otro. Escuchar esa noticia era como enterarse de que el mundo se venía abajo. Era gravísimo lo que estaba pasando. La araña estaba muerta. Recién cuando el saltamontes pudo contener al casi demente mosquito, recién ahí se enteraron de que la araña había sido asesinada. Su prima la araña galponera, tuvo un colapso nervioso y hubo que alcanzarle una almohada porque se desmayó.

Justo la araña, tan fuerte y voluntariosa que era. Siempre tan predispuesta para ayudar a todos.

Solamente la mosca Rita no se mostró triste al escuchar la noticia. Era porque ella y la araña habían discutido hacía poco tiempo. Pero al poco tiempo de escuchar la noticia Rita no aguantó las lágrimas y rompió en llanto. Tanto tiempo fueron amigas como para poder olvidar una discusión.

Pasaron unos minutos y nadie podía comprender como alguien había asesinado a la araña. Era la mas fuerte de los insectos del jardín. No podía ser verdad.

Finalmente una cucaracha se ofreció para ir a verificar si lo que el mosquito decía era cierto. Entonces se lustró bien el caparazón y se dirigió con rumbo a la casa donde estaba el cuerpo de su amiga.

Pasaron los minutos y la intriga crecía, al cabo de media hora una de las pulgas, que estaba subida al árbol, vio que la cucaracha regresaba.

Estaba mareada, muy mareada. Y estaba pálida también. Les dijo que había visto el cuerpo de su amiga y que por acercarse ella había resultado envenenada también. Pero que como había hecho a tiempo a salir rápido el efecto del veneno no era muy grave.

Pasaron unos minutos y la cucaracha se recuperó.

Todos los insectos se juntaron para decidir que hacer. Estuvieron debatiendo por horas hasta que finalmente llegaron a una conclusión.

Ya era madrugada cuando entraron a la casa y fueron directo al baño. La familia estaba durmiendo Así que no serían interrumpidos. Llegaron a donde se encontraba el cuerpo de la araña, al lado del bidet. Todos estaban muy tristes, algunos lloraban. Entre todos hicieron una procesión cargando el cuerpo de su amiga hasta el inodoro donde un grupo de hormigas laboriosas, tras mucho esfuerzo, logró hacer correr el agua. Así se despidieron los insectos de su amiga, en silencio y con el aroma a desinfectante del agua en lugar de flores.

2 comentarios:

Alejandro, Electric Wizard dijo...

Este cuento es bastante vieterano, de cuando transitaba los últimos años del colegio secundario. Creo que está basado en una historia real y todo, pero no puedo confirmarlo.

Lucas Fulgi dijo...

Solo con un cambio de perspectiva se logra una buena historia. Bueno, en realidad solo una idea... después hace falta plasmarla como hiciste.

Saludos