domingo, 29 de abril de 2012

Hombre de las cumbres, apiádate.


Nihilista, anarquista, budista, taoista. Todas estas cosas he dicho que soy. Comunista, vago, fascista, autoritario, imbécil. Todas estas cosas, y otras tantas, han dicho que soy.
¿Que soy? Soy Alejandro, un gusto, encantado. La mayoría de estas palabras tienen en común que son consideradas ideologías ¿Puede definirme una ideología cómo persona? ¿Soy mejor o peor en esencia por decir que soy x o y? Según la Real Academía Española de la lengua, la ideología es: “1. f. Doctrina filosófica centrada en el estudio del origen de las ideas. 2. f. Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.”Dejando de lado la primer acepción del término, la segunda es bastante descriptiva, un conjunto de ideas que define el pensamiento de un individuo o grupo en un contexto determinado. Y este es el aspecto que considero sumamente importante para la cuestión: el contexto. Es ingenuo creer que vivimos una vida estática. Vamos, venimos, nos movemos, interactuamos con nuestro entorno y nuestros pares. La mayoría de las veces nuestras creencias nos sirven de filtro, o una suerte de guía, para comprender lo que nos pasa diariamente. Pero ese filtro muchas veces nos pone de manifiesto que existe una contradicción entre lo que pensamos consideramos “como deberían ser las cosas” y lo que tenemos delante de nuestros ojos.
Muchos eligen mantener su estructura de pensamientos y creencias aún a costa de negar los hechos. Esto es duro y difícil de aceptar, pero es lo que ocurre en la amplísima mayoría de los casos. La percepción individual no es otra cosa que subjetiva, y los actos de cada individuo es algo mas cercano a la objetividad, ya que son volcados sobre el mundo y recibido por infinitas subjetividades cuya manera de percibir nuestros actos está por fuera del alcance de uno. La personalidad es entre otras cosas la cristalización de nuestras experiencias y nuestras creencias, algo aprendido que por alguna razón aceptamos como natural e indiscutible. La autocrítica ocupa aquí un lugar destructivo, casi apocalíptico para la propia personalidad. Tener que ceder, es decir, aceptar que una creencia propia no es válida, no es ya un acto de humildad sino un acto de suicidio para el Ego.
Lo peor de todo es que en esta batalla de percepciones individuales somos incapaces de ver el daño que hacemos a quines nos rodean, para cualquier ideología, los problemas del mundo se solucionan si esa forma de pensar se volviese única, y en nuestro interior aceptamos este dogma tácito con total fervor. Por eso nos peleamos entre nosotros por ver quien tiene la razón en un duelo percepciones individuales. Por eso también, en nombre de nuestra ideología (devenida razón de ser de nuestra percepción de nosotros mismos) actuamos inclusive en contradicción con nuestras ideas, pero en su nombre, y con el objetivo de defenderlas, esta contradicción se vuelve menor. En el fondo lo único que queremos es tener razón, imponernos, hacer lo que queremos o nos gusta. Y en lugar de mirar a nuestro alrededor miramos dentro de nosotros, escuchamos solamente nuestros deseos, ambiciones, nuestros caprichos y neurosis. El como nos vemos a nosotros mismos, el egoísmo entendido como identidad, evita que escuchemos a los demás (que tienen el mismo problema que nosotros), y mientras que seamos incapaces de dar el primer paso, de ceder aparentemente a cambio de nada, aunque en realidad es a cambio de la libertad. Solo dando el ejemplo se educa. No es un trabajo fácil, no creo en la autoayuda ni en las soluciones mágicas. Creo en el esfuerzo y en que solamente la constancia da resultados a largo plazo. Somos humanos, y por lo tanto falibles, y con esto estoy diciendo que he cometido muchos errores en mi vida y probablemente los siga cometiendo. Pero internamente, tengan la certeza de que estoy atento, trabajando para poder vencer este ciclo de egoísmo y falsa identidad. No puedo imponérselos, pero les pido que si me ven fuera de camino, ciego a lo que a ustedes les resulta evidente, me lo recuerden. Prometo tener los oídos abiertos a cualquier crítica constructiva, a cualquier comentario que atente contra mi estructura ideológica, porque mis creencias no son mi Yo. Somos mucho más que eso.

2 comentarios:

Alejandro, Electric Wizard dijo...

el título es por este tamón: http://www.youtube.com/watch?v=bXdloGTk2aM

Karin U. Giordano dijo...

Muy bueno!