jueves, 11 de febrero de 2010

LAS TRES LLAVES DE LA FELICIDAD
x Heartsdreamer


Espero que estas simples palabras ayuden a “descomplicarnos” la vida.

De una u otra manera la vida siempre da giros inesperados y nos trae sorpresas cuando menos lo esperamos. En cierto sentido podemos decir que la vida suele encargarse de cansarnos y desgastarnos; es así que cuando eventos inesperados o súbitos entran en contacto con nosotros, pueden dejarnos sensaciones de dolor, pena, duda, miedo y depresión. Frente a esto, uno pareciera siempre necesitar de una base firme y fuerte en la cual apoyase cuando el caudal de la vida toma giros inesperados, cuando en realidad lo que necesitamos para mantenernos bien afirmados y apuntando en la dirección correcta es una simple fórmula, una ecuación basada en el fluir, el dejar ir, el perdonar y todo atravesado por la alegría.
Lo que aquí se presenta es la propuesta de una simple solución, presentada en la forma de tres llaves que, si recordadas y puestas en práctica, nos mantendrán moviéndonos en la dirección correcta y, al mismo tiempo que transitamos la vida, servirán como catalizadores de la felicidad.

1ra llave – Mantener el corazón libre de odio.

Cuando la gente, los eventos o las circunstancias van en contra de nuestros deseos y expectativas se generan reacciones agresivas y de frustración en nuestro interior. Estas reacciones son totalmente naturales y no deben ignorarse ni negarse; de hecho, lo mejor que podemos hacer es reconocer las razones que causaron todo esto y a partir de ese conocimiento aspirar a superarlas. Estas reacciones violentas no son otra cosa que ráfagas de energía lanzadas por nuestras expectativas e ideas preconcebidas al verse ante la imposibilidad de concretarse. Estas emociones toman lugar como una sucesión natural de eventos dolorosos y no deben evitarse en la medida en que uno sea capaz de poder sentirlos, hacerlos propios y finalmente dejarlos ir. El problema surge cuando no podemos librarnos de estos sentimientos ya que estos anidan en nuestro corazón, donde permanecerán hasta que nos hagamos cargo. Si este es el caso, estos sentimientos negativos llegarán a influir nuestra visión del mundo e inevitablemente en nuestra manera de actuar para volverse una parte integral de nuestra forma de ver las cosas y de lidiar con la vida misma. Entonces todo lo que hagamos tendrá la sutil marca de estas negativas emociones.
El primer secreto para la felicidad dice que no importa que emociones estamos sintiendo en este momento, nuestro corazón debe mantenerse libre de cualquier vestigio de odio.

2da llave – Mantener la mente libre de preocupación.

Nos preocupamos cuando nuestros pensamientos viajan al futuro antes de tiempo, o cuando vagan por el pasado. Sin duda la preocupación es un fenómeno que absorbe nuestra energía y divide nuestra capacidad de atención entre el presente y ese “otro momento”, dejándonos incapaces de dar lo mejor de nosotros en el ahora. La única manera de estar al 100% de nuestras capacidades en una tarea determinada es estar con la conciencia completamente dedicada a eso, sin estar pensando en aquello que fue, en lo que pudo haber sido o en lo que quizás ocurrirá; ya que en ninguno de estos casos tenemos la mas mínima posibilidad de control ni de posibilidad de actuar. Basándonos en la ley del Karma (aquello sembrado será aquello que se cosechará), llevar a cabo una acción llevando al máximo toda nuestra potencialidad trae como consecuencia un resultado positivo, pero esto no será posible si nuestro interior se encuentra dividido, presente en varios lugares al mismo tiempo. Esto es a causa de preocupaciones.
El segundo secreto de la felicidad radica en siempre actuar teniendo como base el pensamiento profundo, así como el cuidadoso trazado de planes y objetivos, pero todo esto sin ser víctimas del drenaje que generan las preocupaciones sin sentido.

3ra llave – Dar mucho, esperar poco.

Es importantísimo para nuestra felicidad darnos cuenta lo antes posible en la vida que las expectativas no son otra cosa que ideas y esperanzas preconcebidas que, si se ven frustradas, son la causa de la mayoría de nuestras penas y dolores. Recién una vez que hemos comprendido esto en nuestro interior podremos comenzar a vivir en el momento presente y en relación con nosotros mismos en lugar de buscar en vano o de depender de reforzar nuestra autoestima constantemente para sentirnos felices. Sin embargo, no es suficiente con volvernos espectadores pasivos de nuestras propias vidas, también debemos estar dispuestos a dar y compartir libremente todo dentro de nuestras posibilidades sin esperar respuestas de igual magnitud. Resulta de gran sabiduría y, al mismo tiempo, de enorme practicidad recordar el consejo de numerosos maestros espirituales cuando afirman que “es en el dar cuando verdaderamente recibimos”. El darnos libremente sin ningún tipo de cláusula ni limitación brinda calma y serenidad al mismo tiempo que nos permite desarrollarnos como personas en plenitud.
El tercer secreto de la felicidad consiste en dar mucho y sin pretender nada determinado a cambio.

Que tengan buen día soñadores.

No hay comentarios.: