domingo, 6 de enero de 2008

Laberinto de espejos

-No hace tanto leí por ahí que los grandes novelistas se pueden dividir en dos grupos, los que realizan complejos experimentos semánticos o aquellos que meramente se limitan a describir mejor que los otros. Yo lo percibo de otra forma; los grandes novelístas, como los grandes pintores; Como todos los grandes artístas y todos los grandes amantes; tienen la capacidad, el deber, de percibir y entender otros puntos de vista. Los grandes escritores deben jugar con lo que los lectores conocen y suponen de su creación. Los pintores deben poder transmitir lo que cada una de las partes de su obra significa, no solo para su creador, sino para la obra como conjunto, como entidad autonoma y sensible. Los grandes amantes deben ser capaces de mostrar la más absoluta disposición a comprender las sensaciones de su pareja, pudiendo estremecer con caricias cada vez más sutiles, llegando a poder causar placer con un susurro. Los grandes artístas son los que saben manejar la atención de sus presas. Juegan con eso, destruyen lo esperable. Guían la voluntad de su victima, la somete hasta su rendición. Recién ahí, muy de a poco, una por una, le enseña las reglas. Despacio. El artísta tiene el control, el lector está a su merced, el amante se entrega a su cadencia. El artísta juega, dirije su atención en un sentido y antes de que llegue al punto cúlmine, cambia de rumbo. Se dirije en otro sentido como un músico que cambia de ritmo y tonalidad bruscamente, pero siguiendo un camino. La presa se funde con la creación, nunca el placer puede ser suficiente. Que el cuadro tenga un limite convierte a su creador en verdugo de la potencialidad. Tarde o temprano los amantes necesitan más de eso único e irrepetible. Los poemas mueren al repetirse. Esta es tambien una experiencia única. El mejor poema había dicho. En ese momento se acercó a mí como nunca nadie lo había hecho. Yo tenía los pies y manos atados, pero no me resistí, ni siquiera cuando afilaba sus herramientas. Había terminado de contarme su historia, como en su momento también la escuchó, de poeta a victima. Como yo la hice propia, de victima a victimario, te doy la bienvenida a nuestro club.-

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó!
¡Dios salve a los artistas!

Anónimo dijo...

Yeah! si uno no puede darse el gusto de crear lo que se le canta, entonces no tiene sentido hacerlo. ¿No?

Anónimo dijo...

http://www.escueladeescritores.com/

Rous dijo...

Destruir lo esperable, me gusto esa parte!
claro que si, es el trabajo del artista, nuevos mundos, otras formas, porque simplemente... están ahí. Porque se puede.
He he he, me gusta remar por estos lares, ya vendré mas seguido!
salut!

Anónimo dijo...

gracias por la recomendación Anónimo, será tenida en cuenta.
Gracias por la visita Rosi, nadie mejor que vos para entender el proceso creativo. Me alegro que te guste remar por estos lares, me dijeron que hay buenos camarones, prepará las redes entonces. Hehehe.