El amor no es lo que queremos sentir, sino lo que sentimos sin querer.
Quisiera acordarme de esto siempre, muchas veces me olvido y busco forzar las cosas.
Ahora, al margén de las cursilerías, ¿No es increible las cosas que se encuentran leyendo las estampitas que te dejan los que piden limosnas en el tren...?
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